El piropo de la semana: "Xavicho, vos pegarías full en Twitter!"
La vida se compone de tantos momentos que básicamente se podrían definir en una sóla palabra: básicos. Entonces, lo que creemos como complejo no es más que una serie de situaciones simples, y en armonía, que nos dan una sensación de provecho de banquete real, o como una hamaca luego de caminar por largas horas...una sensación contínua de libertad.
La gente decide casarse (fuera de los motivos "obligatorios" como el miedo a la vejez solitaria, presión social, costumbre, embarazos, blablabla) por una sensación contínua de días libertables, memorables... o por último... tranquilos.
El olvido se construye luego de días meses o años en los que el cuerpo se ve obligado a borrar recuerdos (sensoriales, gustativos, fotográficos, auditivos y los sinestésicos -que son los más fuertes) por un simple sentido de supervivencia: a nadie le gusta sentirse un fracasado y el cerebro como uno de los tres grandes ministros del ser humano se coloca el futuro al hombro y te hace pensar cosas como "al fin y al cabo ni le quería", "fue una relación de intereses específicos y no de amor", "nada es para siempre...eso siempre lo supe". En fin.
Asì mismo funcionan las despedidas, con una seguidilla de dìas turbios. Olor a muerte. (La muerte, tu muerte...Cuàl muerte?...la mìa")
Asì mismo funcionan las despedidas, con una seguidilla de dìas turbios. Olor a muerte. (La muerte, tu muerte...Cuàl muerte?...la mìa")
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