miércoles, 18 de enero de 2012

Bambino: por ti y por nosotros

"Aquella noche prendía el aire como un desgarro, aquel "tablao" se encendía con tan sólo tú mirarlo.
Cerró una ovación de flores, encarnadas y bermejas, y hasta joyas arrojaban mientras brindaban desde una mesa como quien sin tener nada entre jaleos su aliento deja. Y el sol se hundía en su letargo, y la noche despertaba: yo era un chiquillo y, sin embargo, mi corazón retumbaba cuando Bambino cantaba la rumba del sabor amargo.

Si pudiera convertirse en un regalo el amor escogería la forma de una joya o de una flor. No busques nada más bello: no existe. No tengas duda, pues las cosas más hermosas son para siempre o apenas duran...pues las cosas más hermosas son para siempre o apenas duran. Y el sol se hundía en su letargo, y la noche despertaba: yo era un chiquillo y, sin embargo, mi corazón retumbaba cuando Bambino cantaba la rumba del sabor amargo.

Y aquella noche, que el duende lo invocó un ángel gitano, se hizo cielo el infierno y al tocar por arrebato lo efímero con lo eterno, entre palmas, se rozaron. Y el sol se hundía en su letargo, y la noche despertaba, yo era un chiquillo y, sin embargo, mi corazón retumbaba cuando Bambino cantaba la rumba del sabor amargo.

De tan a gusto que bebo, de tanto apurar el vaso. De tan a gusto que bebo: de dar los tragos tan largos, termino bebiendo el poso y se me queda un sabor amargo." NV

No hay comentarios:

Publicar un comentario