lunes, 12 de abril de 2010

MEM-BGTA(bitácora1)

El día comenzó con gran expectativa. La primera vez que salí fuera y no de joda, sino con responsabilidades asociadas.

Resulta que el equipo no es del todo unido, por lo que uno debe esconderse sobre las cosas que le recuerdan que no es de ahí (Si me vieran con la cantidad de cosas que tenía en el equipaje de mano y en la maleta...como quien no quiere viajar tan lejos y se lleva la pillama -el pijama, desde 1972-).

El avión despegó y turboleó también. Demasiado tiempo, pero me permitió desarrollar una haiblidad para comprtir con los compais del trabajo. El servicio a bordo fue bastante bueno, como la comida, que, pese a que el vuelo duraba apenas una hora, incluyó postre. Aerogal -> 3 estrellas.

Llegamos a la ciudad del café y como siempre, me tocó el hombre nuevo en el cuerpo policial migratorio, que no sabia como ingresar o registrar los ingresos de personas al pais. Más de 20 minutos de espera. Otros 2 años en esperar mi maleta que ya hasta habían apagado el giratorio y ni la vi pasar.

Entre tanto, pensé lo difícil que es entablar una conversación con mi jefe (me habría gustado conoocerlo en otro tipo de relación humana porque se ve que es buena onda pero demasiado centrado en su papel de superioridad inventada...como un niño asustado).

Viajamos en el transaporte del aeropuerto al hotel, discutiendo sobre el nombre del hijo de una de mis compañeras, que verá la luz en 5 meses. Me gusta el nombre que le pondrá: HECTOR; pero seguro es por lo de 'Augusto'. Entonces no es tan sincero el gusto. Ya en el hotel, sirvieron un coctel como el que le gusta a mi abuelo: BOWLS de crema de cacao sin alcohol. Me supo a gloria y a una buena bienvenida.

Al entrar a la habitación (323, el último 3 está roto. Y en todo un Darl Cannton), saqué todas las cosas de mi maleta para apropiarme del campo y de mi esquina, la más pegada al alfeitzar. el cajón es lo máximo con todas las cosas del equipaje de mano en ella.

Salimos a almorzar al UNICENTRO y encontré un restaurante donde pedí Bife de Ternera...rico muy rico, pero mañana comeré el Sancocho de Pechuga (19000 pesos, incluye medio litro de agua sin gas).

Salimos de allí y encontramos a Don Rosendo, quiennos hizo un paseo por la ciudad por 20000 pesos...más que bien pagados porque estuvimos como 5 horas de ciencia, cultura y turismo a lo occidental. Obviamente me senté adelante por supuesto, para no sangrar bilis con estos compañeritos que como buenos americanos, piensan que un paseo tiene sentido cuando pagan la cuenta y se toman la foto en la guitarra del Hard Rock local. Sí sí, los mismos que se saben los últimos éxitos de Arjona. No critico, pero vaya que ahora tengo clara mi desconexión sideral con estos seres uraninos. Además que lo hice tambor para susurrar preguntas a don Rosendo ya que hablaba un montón de historias, leyendas no divulgadas o documentadas en libros, sobre las calles, fechas históricas y tradiciones -seguro se inventó unas 3 que 4, como cualquiera-.


Nuestro primer paso fue ir camino al Centro Histórico -el de Quito es 6.9 veces mejor-; y claro, parando en cada mirador para tomar una foto norteamericana.
(Madeja, ahora también entiendo porque me dan más ganas de comprarme una cámara de recuerdos cuando estoy tomando un café contigo que cuando viajo...es una distancia infinita. Deberías cobrar por dejarte ver el paisaje de tus ojos de luna llena).

Visitamos un lugar de venta de esmeraldas (viva la tierra de la esperanza ecuatoriana, carajo). Allí nos contaron que Colombia junta el 65% de la producción mundial de esta piedra preciosa. Eran tan bonitas incrustadas en oro, que creo que haré un esfuerzín para comprarle una a mi madre que por cierto hoy cumple medio siglo de existencia. Felichidachis, máma mía.

Compré unos individuales de frutas para mi sala. no les conté que ya me la saco de la jaus?. Bueno ya tengo comedor, compu, un cooler, individuales, velador, lámpara, duende, cama, libros, candelario, dos ollas y una alfombra. Me falta creo que 3 o 4 pendejadiñas y listo el pollo.

Al salir de ese local me dieron ganas de aprender a tocar la flauta. Llovía quiteñamente aún.

(me da mucho sueño y mañana sigo con esta memoria porque se viene lo mejor: Botero, lluvia, velas, muertos, la almeja bogoteña en su paraguas, piano en la sala de estar del hotel, tren de bajada desde el monte... todo el mismo día 12... duerman bien) (miamiauk, co-ga-ts-ohún! piano)

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