jueves, 8 de enero de 2009

"Bienvenida" Cuba en América Latina

(fuente MSN)
Con las visitas de varios presidentes de la región, la isla continúa su reintegración a la región. El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, inicia este jueves su primera visita oficial a Cuba, durante la que firmará acuerdos bilaterales con su contraparte cubano, Raúl Castro.

La visita de Correa -que permanecerá en la isla hasta el sábado- se produce poco después de una gira del presidente panameño, Martín Torrijos, y pocos días antes de que la presidenta argentina, Cristina Fernández, realice la primera visita de un mandatario de ese país a Cuba desde 1986.
También la presidenta chilena, Michelle Bachelet, tiene previsto un viaje a la isla en pocas semanas. Con estas visitas, Cuba parece reintegrarse por la puerta grande al continente latinoamericano tras incorporarse al Grupo de Río a fines de 2008.
Nuevos cambios
El mes pasado en Salvador de Bahía, Brasil, Raúl Castro fue recibido con los brazos abiertos por sus homólogos del continente, los que en masa aplaudieron la integración y se pronunciaron por el levantamiento del embargo de Estados Unidos contra Cuba.
Allí mismo se anunciaron los viajes presidenciales, mientras otros mandatarios pedían el regreso de La Habana a la Organización de Estados Americanos (OEA), de donde fue expulsada en los años 60. Sin embargo, la oferta fue rechazada en la cumbre por el propio Raúl Castro.
Evidentemente en el continente se han operado grandes cambios políticos desde la época en que todos los países -excepto México- rompieron relaciones diplomáticas con Cuba, sumándose a la política de aislamiento promovida por EE.UU.
Durante los últimos años, gobiernos de izquierda, con diferentes tonalidades, ganaron las elecciones en varios países latinoamericanos. Muchos de los actuales dirigentes de la región tienen estrechas relaciones con Cuba desde el triunfo mismo de la Revolución.
Un referente
"La isla" -como se le conocía entre la militancia latinoamericana- fue, durante las dictaduras militares, campo de entrenamiento, fuente de apoyo político y económico, hospital y refugio para toda la izquierda del continente. Durante los últimos años los gobiernos de izquierda de la región han recibido el apoyo sanitario de la mayor de las Antillas, miles de médicos cubanos han sido enviados para trabajar en las zonas más pobres, en aquellas donde más falta hacen galenos.
Además, Fidel Castro creó la Escuela Latinoamericana de Medicina donde se gradúan cada año dos mil jóvenes pobres del continente y a la par se realizan en América Latina cientos de miles de operaciones gratuitas para devolver la vista a enfermos de cataratas.
El canciller ecuatoriano, Fander Falconí, acaba de expresar que Cuba es un referente. "Los avances en indicadores como el de esperanza de vida al nacer, los accesos a salud y educación, son el resultado de políticas de Estado que han instituido la solidaridad, la justicia social y el respeto a los derechos fundamentales de la población", afirmó.
Así las cosas, no es de extrañar que la mayoría de los presidentes hayan rechazado la invitación a reunirse con los disidentes, tal y como han hecho prácticamente todos los políticos que visitaron Cuba durante el año 2008, incluyendo a los de la Unión Europea.
"De igual a igual"
Pero el apoyo a Cuba va mas allá de saldar una deuda, para los países de la región significa además demostrar su independencia frente a EE.UU., un vecino que ha intervenido muchísimo en la política del continente, incluso con invasiones militares. En estos momentos, además muchos vislumbran la posibilidad de una reformulación de las relaciones de Washington con Cuba por lo que la mayoría de los presidentes de la región se han pronunciado contra el embargo económico de EE.UU.

El presidente electo de EE.UU., Barack Obama, se mostró dispuesto a conversar con Raúl Castro, sin embargo también expresó antes de las elecciones que no normalizará las relaciones con Cuba, "hasta que empiece a ver algunos progresos". La respuesta cubana provino del propio Raúl Castro quien dijo públicamente que las conversaciones debían ser de igual a igual y que no habría gestos unilaterales de Cuba. "Gesto por gesto" sentenció el mandatario y agregó que no estaba apurado.

Las estrategias para apoyar este diálogo varían, desde la de Luis Ignacio Lula da Silva, que se ofrece como mediador, hasta la de Evo Morales, que propuso retirar a todos los embajadores de Washington si la Casa Blanca no elimina el bloqueo económico. En lo que todos parecen estar de acuerdo es en la necesidad de presionar políticamente a Washington, dándole a entender al presidente Barack Obama que la solución del diferendo con Cuba sería recibida como un gesto positivo hacia América Latina.

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