sábado, 20 de marzo de 2010

todos


merecemos unos labios por los cuales morir antes de ir a dormir. Un calor que nos diga cual es el camino del exceso, y un beso que quisiéramos guardar como sello de stampita.

No es que quiera ser débil, sino mas bien tengo ganas de descansar mi deseo sin pensar que eso está mal.

1 comentario: